Hace unos meses, escribimos un post sobre cómo saber si estás listo para comprar una casa. Es uno de los grandes saltos en la vida, pasar de alquilar a comprar, convertirte en propietario y no arrendatario. Sin embargo, vender una casa puede llegar a ser tan complicado como comprarla o más, y mucha gente no se plantea si está preparada para hacerlo. Si quieres saber si estás preparado para vender tu casa, hazte estas preguntas:
¿Sabes por qué quieres vender tu casa?
¿Conoces bien el mercado?
¿Tienes el dinero necesario?
¿Estas emocionalmente preparado?
¿Tienes un buen agente?
¿Sabes por qué quieres vender tu casa?
Vender tu casa no es una elección que se pueda tomar a la ligera, y antes de ponerla a la venta tienes que plantearte por qué quieres hacerlo. Hay veces que la razón está clara: Te da miedo alquilarla y no le das uso, o es una herencia de la que no te quieres ocupar, o necesitas vender la casa porque te mudas y quieres una nueva.
Sin embargo, a veces los motivos no son tan claros, y la gente se embarca en la venta de la casa sin estar realmente dispuesta a venderla. Preparar una casa para la venta supone un esfuerzo (hay que limpiarla, ordenarla, hacer fotos, recabar documentación y anunciarla en portales como mínimo) y no merece la pena poner todo ese trabajo para luego echarse atrás a la hora de la venta.
Por eso, nuestro primer consejo es que antes de poner tu casa a la venta, te plantees por qué quieres hacerlo.
¿Conoces bien el mercado?
Si ya estás seguro de que quieres vender tu casa, lo siguiente es investigar muy bien el mercado en el que vas a moverte. Esto significa no solo conocer los precios, sino las diversas zonas, lo que buscan los vendedores, y qué elementos añaden o restan valor a una vivienda en el área en que está.
Al no hacer toda esta investigación, te arriesgas a poner un precio incorrecto a la vivienda, lo cual son malas noticias sea por lo alto o por lo bajo. Si pones un precio demasiado bajo, perderás dinero en la venta. Si pones un precio demasiado alto, tu casa no se venderá, y cuanto más tiempo está una casa en el mercado, menos posibilidades tiene de ser vendida.
Antes de poner tu casa a la venta, tómate el tiempo para obtener todos los datos que necesitas, y asegúrate de que tu precio sea el correcto.
¿Tienes el dinero necesario?
Esta parte suena un poco rara… ¿dinero? ¿Por qué, si yo quiero vender? Sin embargo, la venta de una casa no está libre de costes: Tienes que pagar la plusvalía y otros impuestos, y muchas veces es recomendable efectuar pequeñas reparaciones en la casa para mejorar su precio de venta. También tendrás que pagar los costes de notario, abogado, y si realmente quieres vender tu casa rápido, de fotógrafos profesionales, decoradores, etc.
Por otro lado, si estás vendiendo tu casa porque quieres comprar otra, también tienes que tener un pequeño fondo para los gastos de la compra, ya que aunque seguramente estés contando con el dinero de la venta de la casa para ello, siempre hay imprevistos que pueden suceder antes de que hayas recibido ese dinero.
No tener el dinero necesario para hacer frente a todo esto puede ponerte en una situación complicada que quizá haga que tomes malas decisiones con respecto a la venta de tu casa.
¿Estas emocionalmente preparado?
Ya has hecho todos los estudios que tenías que hacer, puedes dar una lista de motivos por los que vender tu casa es una buena idea, y tienes todas tus finanzas en orden… pero eso no lo es todo.
Antes de poner el cartel de «Se Vende» en tu balcón, pregúntate si realmente estás preparado para hacer todo lo necesario para vender tu casa: Mantenerla preparada para visitas durante las próximas semanas, aceptar los motivos por los que algunos compradores no querrán tu casa, y estar listo para negociaciones que pueden llegar a ser muy duras.
Además, estarás abandonando un lugar donde seguramente hayas creado bonitos recuerdos, y es posible que haya algunos cambios necesarios para la venta de tu casa (como repintar paredes o quitar alguna que otra decoración) que seguramente te resulten difíciles.
No es que te queramos disuadir de que pongas tu casa a la venta, al contrario, pero tienes que saber que estas son cosas a las que te vas a tener que enfrentar.
¿Tienes un buen agente?
Esta es la última gran pregunta que tienes que hacerte cuando pongas tu casa en venta. Como todos los servicios, es opcional, pero la ayuda de un agente inmobiliario hará que todos los puntos anteriores te resulten muchísimo más sencillos.
Por supuesto, no todos los agentes valen: Busca un agente que realmente mire por tus intereses, que conozca bien el mercado y que haga todo lo posible por vender tu casa. Es la mejor manera de asegurarte una venta rápida, segura, y sin ningún tipo de problema.
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